Del 15 al 30 de Diciembre de 1966

 León esencial

Se nos antoja éste José Luis Herrero un zahorí que va adivinando, más que buscando, el "duende" de los rincones de España. ¿Pero es que cada lugar nuestro no tiene muchos, muchísimos, duendes: los de la luz, los de la línea, los del color....?; y ¿por qué, para José Luis Herrero, son los de la línea, síntesis y cifra de todo el hechizo español?

Bucea primero en Ávila ---pura geometría sujeta en temblor de luz---; después en Segovia ---castillo aupado en nubes, o nubes transfiguradas en castillo---, y luego, mientras pensaba en un Cáceres de escuetas piedras conquistadoras, y en una Granada gorgoteante de sensualidad y tristeza, recala en León.

Muy difícil descubrir los "duendes" de nuestro Viejo Reino. Porque en él, todo es impreciso a fuerza de precisiones. Porque el color se funde en el ámbito con la luz para crear esas inmóviles evanescencias que desveló la poesía de Panero. Y porque la línea está escondida ---o acaso trascendida--- en no se que honduras de espíritu y de cosmos.

30 Flomaster

Pero José Luis Herrero presintió que era precisamente sacando a flote la línea, como se sacaría a flote el alma de León; intuyó que desposeer a la geometría, del color y de la luz que lo envolvían, era dejar a estos elementos como trasfondo de la línea pura, protagonista, ---por enraizada ya---, de las cosas y del paisaje, que así fijaba el escueto perfil de un León esencial.

Un León que estaba, más que en la grandilocuencia de sus montañas en lejanía, o de sus llamadas en inmensidad, en la medida precisión de sus rincones. Un León que remansaba lo grande en lo mínimo, para mejor poetizarse: para mejor sentirse prevalecer.

Por eso el éxito de las exposiciones de Herrero en Astorga ---agosto de 1966--- y en León ---octubre de1966---.

Por eso el Museo Asturicense de Los Caminos adquirió una obra suya, expresión de lo que fue el "Cmino de Santiago" para el León peregrinante. Por eso la Diputación Leonesa incorporó cinco de sus cuadros a la gran pinacoteca provincial en formación.

Por eso está hoy aquí con sus cuadros leoneses. Es un León en fuerte línea de flomaster el que José Luis Herrero nos trae en sus manos. Un León que, por un momento, salta a Madrid y se acoge a las paredes amigas de la Casa de León para, desde aquí, abrir ante las gentes de España toda su alma en carne viva, entregándonos su pura alucinación nostálgica.

LUIS ALONSO LUENGO

(Diciembre 1966)

José Luis Herrero expone en la Casa de León sus obras pictóricas al "Flomaster", gran saga de motivos leoneses que, casualmente, vienen a Madrid cuando reaparecen entre nosotros las estampas leonesas del siglo X de Sánchez-Albornoz. En la obra de J. L. Herrero queda fijado, para decirlo con palabras de Luis Alonso Luengo, "el escueto perfil de un León esencial".

A. M. CAMPOY

ABC (20-12-1966)