Del 4 al 22 de Abril de 1975

Nueva etapa en el quehacer artístico de un pintor abulense

Oleos con el flomaster de José Luis Herrero, en la Caja G. de Ahorros

El arte de José Luis Herrero ha venido teniendo, hasta ahora, una definición bien concreta. A José Luis Herrero se le ha venido conociendo como el pintor abulense del flomaster, técnica o modalidad ésta con la que ha adquirido una justa y bien ganada fama. El número de éxitos por él cosechados se cuenta por el número de exposiciones' de sus obras, celebradas a lo largo y a lo ancho de la geografía española. El, que se ha enorgullecido siempre de su condición de abulense, en su incansable peregrinar por las, ciudades y los caminos de España ha paseado con digna arrogancia el nombre de nuestra tierra; llevando por doquier el preciado bagaje de sus campos, sus pueblos y sus rincones entrañables, captados por su aguda retina y plasmados después con arte y sensibilidad exquisita; con amor, en los lienzos.

39 Flomaster

14 Óleos

Quienes conocemos a José Luis Herrero desde hace ya muchos años —desde los de nuestra juventud, cada vez más lejana.. ,- sabemos de sus extraordinarias dotes como dibujante. Una simple mirada de sus penetrantes ojos, traducida después a los trazos, firmes y seguros, de su pulso, nos, revelaba siempre sus innatas condiciones de auténtico artista. Su dominio de la composición y de la perspectiva han sido —hoy más— objetos de admiración. Tenía, pues, la mitad del camino andado - ¡ cuántos pintores, incluso de cierta fama, quisieran para sí esta predisposición natural ! - en esa difícil y compleja aventura que supone adentrarse en los secretos del arte pictórico. Claro está que con esto sólo no hubiera sido suficiente; hacía falta algo más. Ese algo que, en el armonioso conjunto de sus plasmaciones artísticas, se adivina; mejor aún, se nos revela, a través de sus siluetas, de sus luces, de sus sombras, de sus profundidades. 

Ahora, el espíritu siempre inquieto y siempre .emprendedor de José Luis Herrero, le ha llevado por caminos de más amplios horizontes. Y en la exposición de obras suyas que acaba de abrirse en la Sala de Arte de la Caja General de Ahorros de nuestra capital, junto a una cuarentena de cuadros al flomaster, están siendo muy admirados también unos cuantos óleos —catorce en total— con los que, por primera vez, se presenta ante la pública opinión de las gentes. Se trata de una nueva etapa en el quehacer artístico de este pintor abulense. Una nueva forma de expresión plástica de su estética; de su singular percepción de la belleza. No se sujeta Herrero con ello a un colorido o a una tonalidad dominante. No revela una predilección más acusada; antes al contrario, juega con ellos, como queriendo tantear, lo que pueden ofrecerle, aún, unos y otros. Pero en todos sabe de su ,eficaz utilización, ora para dar calor —casi ardor, incluso— a la obra; ora para imprimir ,a la misma suavidad y encanto manifiestos, que se ofrecen a la contemplación como algo en que campea la serenidad y el sosiego. Pero siempre, sin marginar la autenticidad que caracteriza al artista.

Así, los elogios son unánimes. Y el pintor está siendo objeto de múltiples felicitaciones a las que, muy sinceramente, unimos las nuestras, deseándole, en esta, nueva singladura por él emprendida, una feliz arribada al puerto de los triunfos; de los triunfos que, con el flomaster, le han acompañado siempre.

ANTONIO RIBAS.

"Diario de Ávila" (07-04-1975)