Ávila 1985
Sala de Exposiciones de la Caja de Ahorros de Ávila.
Del 25 de Octubre al 8 de Noviembre de 1985.
49 Óleos
10 Plumillas
10 Flomaster
Abanicos.
Así es la pintura de José Luis Herrero
Viendo la exposición de José Luis Herrero he recordado la anécdota del pintor abstracto y el labrador. El labrador regresaba de las faenas agrícolas y se encontró con un pintor que había desplegado el caballete en pleno campo. El labrador, bien porque era un hombre sensible o por simple curiosidad, se acercó a ver el cuadro. Lo que vio le dejó atónito. En un ángulo había una rueda dentada, en el otro un ojo humano y abajo, a ambos lados, un cangrejo y un objeto que no logró identificar. En el centro, un sol. y tejiéndolo todo, una urdimbre que no se hubiera atrevido a realizar una araña anárquica o caprichosa. El labrador no salía de su asombro, mientras pensaba qué razones podía tener aquel pintor para trasladar al lienzo lo que en el campo no estaba.. Como el labrador persistía en su mirada, el pintor le dijo: "Qué, maestro le gusta a usted el cuadro?. Y el labrador, echándose la. gorra para atrás, le contestó: "Pues no, señor. Yo cuando no estoy bebido, veo las cosas como son".
Creo que con José Luis Herrero Pérez hubiese sucedido todo lo contrario. Porque la primera impresión que nido al contemplar sus cuadros, es que se trata de un pintor eminentemente realista. José Luis Herrero, de entrada pinta lo que ve y lo pinta muy bien "Pero es preciso ver - saber mirar. Señor", ha dicho Luis Rosales.
No soy crítico de arte, pero pienso que cualquier espectador atento, se dará cuenta de que aquí el pintor no refleja su particular impresión del objeto que tiene ante sí, ni tampoco hipoteca la expresión de su sinceridad realista a costa del equilibrio formal. Y, en cuanto al color, no deja que el juego de luces deslumbre la autenticidad cromática natural.
Me parece que José Luis Herrero busca su originalidad a través de un realismo con sello personal y sin "ismos" ostensibles que condicionen o subrayen su ejecutoria. No puede pensarse, pongo por caso, en la Influencia de un Chagal con toda su fantasía y surrealismo ni en la de un Matisse de dibujo simplificado en aras del fauvismo cromático.
Si acaso yo le hallaría un poco más cerca del realismo de Courbert por el efectismo de su plasticidad decorativista e Incluso por cierta soterrada preocupación como en esas lavandera del Adaja o en esa recogida de la mies.
La pintura de José Luis Herrero está sustentada en un dibujo riguroso, acabado e inteligente. Ante todo es un gran dibujante. Esto se pone de manifiesto en todas sus obras, sean óleos, "fiomaster" o "plumillas". Es la condición básica para ser un gran pintor.
Creo que su pintura es más biológica y emocional qué cerebralista. Capta la emotividad del paisaje o del recoveco en busca de su raíz poética. Y dosifica el color, con modelados y claroscuros, huyendo de la estridencia.
En esta exposición, al menos, la temática es monumental y paisajística. No hay retratos ni el típico y tópico bodegón, sin que ello haga olvidar la penetración psicológica de sus cuadros.
Ha coincidido conmigo en que a Ávila la va mejor el blanco y negro. Lo sabe mejor que yo. Esa calle San Segundo, no sólo nos dice que es así una tarde de lluvia, sino también nos revela que el blanco y negro la viene pintiparada.
Es posible que alguien diga que si alabo su pintura es porque un día estudiamos juntos el bachillerato. No hay tal. José Luis Herrero tiene ya todo un acervo de veteranía, premios y medallas que avalan y consagran su trayectoria estética y, por tanto, no necesita para nada mis elogios personales.
Ávila se le quedó un día pequeña y tuvo que buscar otros horizontes. Hoy es conocido en muchas ciudades españolas. Es, por ejemplo, "el pintor abulense de Astorga". Esta ciudad, con impronta gaudiana, estima su pintura hasta el punto de querer hacerle su hijo adoptivo.
En última instancia ahí están sus obras. El que se acerque a ellas con un poco de sensibilidad, se encontrará con una pintura de calidad que exige, desde luego, una crítica más constructiva que la mía.
ALFONSO SOTO BARDERAS
"El Diario de Ávila" (30-10-1985)
Catálogo Exposición
Catalogo Exposicion Herrero Avila 1995.p[...]
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Aparición en medios
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